jueves, 17 de marzo de 2011

me despidoo con la ciudad de greciiaaaa

Grecia, oficialmente la República Helénica (en griego: Ελληνική Δημοκρατία), es un país del sureste de Europa. Está constituido en República parlamentaria. Su territorio, con capital en Atenas ocupa la región más meridional de la Península Balcánica, al que se añaden las casi 6.000 islas griegas que se extienden por el Mar Mediterráneo, entre las que estarían las Islas Jónicas, las Sarónicas, las Cícladas, las islas del Egeo, la isla de Creta y el archipiélago del Dodecaneso.
La Grecia Moderna tiene su origen en la civilización de la antigua Grecia, considerada la cuna de la civilización occidental. De hecho para Occidente es el lugar de nacimiento de la democracia, la filosofía occidental, los Juegos Olímpicos, la literatura occidental y el estudio de la historia, la política y los más importantes principios de las matemáticas y de la ciencia. Su legado está reflejado en los 17 emplazamientos considerados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En la actualidad Grecia es un estado desarrollado con un Índice de Desarrollo Humano muy alto. Grecia además es miembro de la Unión Europea desde 1981 y de la Unión Monetaria y Económica desde 2001, de la OTAN desde 1952 y de la Agencia Espacial Europea desde 2005. Es también socio fundador de las Naciones Unidas, la OCDE y la Organización de Cooperación del Mar Negro. Además de Atenas, que es su capital, su ciudades más importantes son Tesalónica, Piraeus, Patras, Heraklion y Larissa.
Situado en el lado sur de la Península Balcánica, limita con Bulgaria, la República de Macedonia y Albania al norte, al este con Turquía y al oeste y sur con el Jónico y el Mediterráneo.
Las costas del mar Egeo vieron el surgimiento de las primeras civilizaciones europeas, la civilización Cretense o Minoica (en recuerdo del legendario rey Minos) y la Micénica. Después de su desaparición, volvió a resurgir otra alrededor del 700 a. C. la última fue conquistada por Roma en 168 a. C., aunque la superioridad de la cultura griega modificó profundamente la romana. De hecho, en la parte oriental del imperio la cultura y la lengua griega siguieron siendo más influyentes.
El Imperio Griego Medieval se constituye como uno de los imperios más grandes de la historia de Europa; abarca desde el Mar Adriático y el Sur de Italia hasta Oriente Medio; Constantinopla se erige como la Segunda Roma y como el centro de la civilización heredera de las antiguas Grecia y Roma. El Imperio Griego de Bizancio también es uno de los imperios más longevos de la Historia: dura más de 1.000 años, desde el siglo V hasta el siglo XV.
Siguió a la caída de Constantinopla, la capital del Imperio, la entrada de los otomanos en Grecia, al igual en el resto de la Península Balcánica. Los griegos vivieron durante 350 años bajo el yugo turco, del que se liberaron en 1821 gracias a la Guerra de independencia de Grecia. Una vez Grecia recuperó su independencia en la mayor parte de su territorio, se constituyó el moderno Estado griego, siendo el noble Ioannis Kapodistrias el primer ministro de la Grecia moderna. A finales del siglo XIX los griegos continuaron batallando contra los turcos para continuar liberando territorios hasta entonces sometidos, como Tesalia o el Epiro. Durante las Guerras Balcánicas, Grecia logró también liberar Macedonia y Tracia. En 1922 la invasión griega de Asia Menor, sin embargo, acabó en derrota y en la expulsión de 1.500.000 griegos, acabando así 4.000 años de ininterrumpida presencia griega al Este del Mar Egeo.
Durante la década de los años 30, Grecia se vio arrastrada al fascismo de la mano del dictador Ioannis Metaxas. Durante la Segunda Guerra Mundial, Grecia fue ocupada por la Alemania nazi bajo un régimen colaboracionista. Siguió a la ocupación nazi la Guerra Civil Griega, que concluyó en 1949. En 1952, Grecia ingresó en la OTAN, y en 1981, en la Unión Europea. Hoy Grecia es una república parlamentaria democrática bien asentada que ha mantenido durante tiempos recientes un considerable desarrollo económico.
En 2007 una serie de incendios arrasaron gran parte de la masa forestal de este país.
En 2010 Grecia fue protagonista de una crisis de confianza que contagió a toda la Unión Europea. Todo comenzó cuando en 2009 Bruselas advierte a Grecia que los datos sobre sus cuentas no son muy claros y de mucha confianza, dos semanas después del 4 de octubre, día en que el PASOK ganase las elecciones, se revela que los datos oficiales conocidos hasta entonces sobre el nivel de deuda de Grecia estaban falseados y que el deficit publico ronda el 12%, cifra que posteriormente sería corregida al alza al 13,6%.
Ante estas infomaciones la desconfianza de los inversores provoca la imposibilidad de sacar a la venta nuevos bonos a intereses razonables, para cubrir los que ya estaban venciendo, y el gobierno griego se ve obligado a recurrir a la ayuda de la Unión Europea para evitar la quiebra, la cual decide involucrar también al FMI. Fruto de los acuerdos se decide proteger a Grecia de los altos intereses que le exige el mercado, pero a cambio se le exige unas duras condiciones de austeridad que de cumplirsen ahorrarían 30000 millones de euros en tres años. Mientras que desde Grecia se asegura que van a ser capaces de evitar la suspensión de pagos, algunos economistas, periodistas y políticos siembran dudas sobre la capacidad del gobierno para aplicar el plan de austeridad y evitar la quiebra.
La crisis de confianza se extendió sobre varios países europeos, los cuales sin estar en las mismas condiciones económicas y sin haber sembrado ninguna sospecha sobre falseamiento de datos económicos, pero anteriormente castigados por la crisis del 2008-2009, vieron como aumentaban los intereses que los inversores exigían para comprar su deuda, y se vieron obligados a acometer reformas fiscales encaminadas a reducir su déficit aun a costa del peligro que esas medidas pudiesen tener para el crecimiento económico y a riesgo de una recaída en la recesión.

jueves, 10 de marzo de 2011

TENERIFEEEE!!

Tenerife es una isla del océano Atlántico, perteneciente a la Comunidad Autónoma de Canarias (España). Junto a La Palma, La Gomera y El Hierro conforma la provincia de Santa Cruz de Tenerife. Con una superficie de 2.034,38 km² y una población de 906.854 habitantes, es la isla más extensa del Archipiélago Canario y la más poblada de España.[2] [5] [7] [8] [9]
La ciudad de Santa Cruz de Tenerife es la capital de la isla y de la provincia homónima, así como su municipio más poblado con 222.643 habitantes. Conjuntamente con Las Palmas de Gran Canaria es, además, capital de la Comunidad Autónoma de Canarias. Entre 1833 y 1927 Santa Cruz de Tenerife fue oficialmente la única capital del Archipiélago Canario, hasta que en 1927 un decreto ordenó que la capitalidad de Canarias fuera compartida, que es como permanece en la actualidad.[10] [11] El segundo municipio por número de habitantes de la isla y tercero de Canarias con 152.222 habitantes es San Cristóbal de La Laguna, ciudad, además, declarada Patrimonio de la Humanidad (la única ciudad canaria que posee tal distinción). El área metropolitana de Santa Cruz de Tenerife tiene una población de más de 400.000 habitantes.[12] [13] [14] [15]
La isla posee otro lugar catalogado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad y también, de acuerdo con algunas fuentes el segundo Parque Nacional más visitado del mundo:[16] [17] [18] el Parque Nacional del Teide,[19] donde se encuentra la máxima elevación de España y tercer volcán más grande del mundo desde su base, el Teide.[20] La isla es conocida internacionalmente por el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife considerado el segundo más importante del mundo y declarado Fiesta de Interés Turístico Internacional.[21] [22] Además la isla posee una variada arquitectura, destacando entre ella la colonial y la contemporánea, uno de cuyos exponentes es el moderno edificio del Auditorio de Tenerife, situado en Santa Cruz de Tenerife.[23] [24] [25] [26] Tenerife también es conocido por ser un gran destino turístico en España y fuera de ella, recibiendo a más de cinco millones de turistas anualmente

A Tenerife se la conoce internacionalmente como la "Isla de la Eterna Primavera".[48] La atribución de esta denominación climática se produce en gran medida gracias a los vientos alisios, cuya humedad, principalmente, se condensa en las zonas de medianías del norte y nordeste insular, constituyendo amplios mares de nubes que se disponen preferentemente entre los 600 y 1.800 metros de altura.
Otro factor que influye en la suavidad del clima de las Islas con respecto al que por latitud correspondería (Desierto del Sahara), es la corriente marina fría de Canarias, que enfría la temperatura de las aguas que bañan las costas y playas isleñas con respecto a la ambiental. Por último, la propia orografía tinerfeña también habría que tenerla en cuenta en esta terna de agentes encargados de hacer realidad el anteriormente citado eslogan.
A grandes rasgos, el clima de Tenerife es moderado, templado y muy suave en cualquier estación del año. No hay períodos de frío pero tampoco los hay de calor asfixiante. Las temperaturas medias son de 18°C en invierno y 25 °C en verano, aunque estos sean valores relativos y generales. Evidentemente se producen importantes contrastes, como el que se produce durante los meses de invierno, en los cuales es posible disfrutar del sol en zonas de costa y, sin embargo, 3.000 metros por encima poder contemplar la blanca estampa nevada del Teide, lugar en el que nieva todos los años.[33]

Mar de nubes en la Isla de Tenerife, visto desde unos 1800 metros de altitud.
Otro ejemplo de contraste climático lo encontraríamos en la ciudad de Santa Cruz con respecto a la ciudad de La Laguna. Municipios unidos físicamente pero distanciados en cuanto a condiciones climáticas. Generalmente Santa Cruz tiene durante todo el año un clima cálido con temperaturas sensiblemente superiores a las que se disfrutan en la aledaña La Laguna, donde frecuentemente hace un poco más de frío y existe mayor probabilidad de precipitaciones, y cuyo clima es similar a las medianías del norte de la península.[49]
El norte y el sur de Tenerife poseen igualmente diferentes características climáticas. En barlovento se registra un 73% de las precipitaciones totales además, la humedad relativa del aire es superior y la insolación inferior. Los máximos pluviométricos se registran en barlovento a una altitud media entre 1.000-1.200 m, casi exclusivamente en los montes de La Orotava.[33]
Pero quizás sea más significativo que todo el norte de la isla carezca de un espacio en el que la pluviosidad media sea inferior a los 250 mm anuales. En cambio, en la vertiente sur de la isla los valores pluviales son significativamente menores. Los únicos reductos sureños que se salvan de esta situación son Masca y Güímar, probablemente debido a sus características físicas que posibilitan una mayor presencia del alisio.[33]
A modo de anécdota es interesante saber que los médicos europeos, sobre todo ingleses y holandeses, del pasado siglo XIX elogiaban el clima del norte de Tenerife, y lo recomendaban a sus pacientes para aliviar dolencias de la edad y del aparato circulatorio

jueves, 3 de marzo de 2011

EGIPTOOOOOO

La riqueza que aportaba el fértil limo tras las inundaciones anuales del río Nilo, junto a la ausencia de poderosos pueblos enemigos próximos, por su aislamiento, debido a que el valle del Nilo está situado entre dos amplias zonas desérticas, permitieron el desarrollo de una de las primeras y más deslumbrantes civilizaciones en la historia de la humanidad.
Los primeros pobladores de Egipto, alcanzaron las riberas del Nilo, por entonces un conglomerado de marismas y foco de paludismo, escapando de la desertización del Sahara. Las primeras comunidades hicieron habitable el país, y se estructuraron en regiones llamadas nomos. Pasado el tiempo y tras épocas de acuerdos y disputas los nomos se agruparon en dos proto-naciones, el Alto Egipto y el Bajo Egipto. Egipto se unifica alrededor del año 3200 a. C., desde el faraón Menes (Narmer en su nombre egipcio).
La historia del Antiguo Egipto se divide en tres imperios con periodos intermedios de conflictos internos y dominación por gobernantes extranjeros. El Imperio Antiguo se caracterizó por el florecimiento de las artes y la construcción de inmensas pirámides. Durante el Imperio Medio (2050-1800 a. C.), tras una etapa de descentralización, Egipto conoció un período de esplendor en su economía. En el Imperio Nuevo (1567-1085 a. C.) la monarquía egipcia alcanzó su edad dorada conquistando a los pueblos vecinos y expandiendo sus dominios bajo la dirección de los faraones de la dinastía XVIII. La última dinastía fue derrocada por los persas en el año 341 a. C., quienes a su vez fueron reemplazados por gobernantes griegos y romanos, periodo que comenzó hacia el año 30 a. C. como resultado de la derrota de Marco Antonio en la batalla de Actium, que trajo siete siglos de paz relativa y estabilidad económica. Desde mediados del siglo IV, Egipto formó parte del Imperio Oriental, que se convirtió en el Imperio bizantino.
Tras la muerte de Mahoma, en 642, se produce la invasión árabe, que asume el gobierno del país con el beneplácito de los cristianos coptos. Los árabes introdujeron el islam y el idioma árabe en el siglo VII y gobernaron los siguientes seis siglos. A finales del siglo X, durante un breve tiempo los Fatamidas se hicieron con el gobierno. Vendrá a continuación la época de Saladino que supondrá un renacimiento cultural y económico favorecido por el espíritu de la Jihad, guerra santa en respuesta a las cruzadas cristianas. Entre 1250 y 1517, los Mamelucos, que eran parte de una casta militar local, tomaron el control del gobierno alrededor del año 1250, derrotaron a los mongoles en su avance imparable por Asia, pero fueron incapaces de impedir la ocupación del país y el control del gobierno por parte de los turcos otomanos en 1517.
Bajo el gobierno otomano, Egipto quedó relegado a una posición marginal dentro del gran Imperio otomano. Aunque los mamelucos recuperaron el poder por un breve periodo, en 1798 el ejército de Napoleón ocupó el país. Tampoco duró mucho la ocupación francesa, que apenas dejó huella aunque supuso el comienzo de los estudios egiptológicos sobre la cultura antigua.
La Batalla del Nilo, 1798. Luny Thomas.
Tras la salida de las tropas francesas, hubo una serie de guerras civiles entre otomanos, mamelucos y mercenarios albaneses, hasta que en 1805 Egipto consiguió la independencia, siendo nombrado sultán Muhammed Alí (Kavalali Mehmed Ali Pasha), que había llegado al país como virrey para reconquistarlo en nombre del Imperio Turco, y que llevaría una política exterior pro-occidental emprendiendo una serie de reformas que combinaban estrategias tradicionales de centralización del poder con la importación de modelos europeos para la creación de nuevas estructuras militares, educativas, industriales y agrícolas, incluyendo planes de regadío, que fueron continuadas y ampliadas por su nieto y sucesor Ismail Pachá, el primer Jedive.
Tras la apertura del canal de Suez en 1869, Egipto se convirtió en un importante centro de comunicaciones, pero cayó a su vez en una fuerte deuda. Los británicos tomaron el control del gobierno en forma de protectorado hacia 1882, que fue fuertemente protestado declarándose de nuevo la independencia en 1922, con una nueva constitución y un régimen parlamentario. Saad Zaghlul fue elegido como primer ministro de Egipto en 1924 y en 1936 el llamado tratado Anglo-Egipcio le dio por finalizado. Las continuas injerencias británicas mantenían una inestabilidad política hasta que en 1952 un golpe de estado forzó al rey Faruk I a abdicar y llevó al gobierno al coronel Gamal Abdel Nasser, como Presidente del nuevo gobierno.
Nasser declaró la titularidad pública del Canal de Suez lo que supuso una importante mejora para la Tesorería egipcia, aunque para ello tuvo que enfrentarse militarmente en 1956 a las tropas conjuntas francesas, inglesas e israelíes que intentaron derrocar al gobierno sin conseguirlo (Crisis de Suez). Esta victoria militar colocó a Nasser a la cabeza de los líderes de Oriente Medio y como ejemplo a seguir por el mundo árabe para desembarazarse de las injerencias extranjeras.
Ribera del río Nilo, en Egipto
Entre 1958 y 1961 Egipto, durante la presidencia de Gamal Abdel Nasser, formó parte, junto con Siria, de la República Árabe Unida.
La derrota de las fuerzas árabes por Israel en 1967 durante la Guerra de los Seis Días, privó a Egipto de la península del Sinaí y de la franja de Gaza. Tras la guerra con Israel, guerra del Yom Kippur de 1973, a lo que siguió la firma en 1978 del acuerdo de Camp David (por el sucesor de Nasser, Anwar el-Sadat), Egipto recuperó el Sinaí.
Este tratado fue repudiado por el mundo árabe, y sus consecuencias fueron la expulsión de Egipto de la Liga árabe y el ascenso del fundamentalismo islámico en el país después de la revolución iraní. En 1981 Sadat fue asesinado y le sucedió Hosni Mubarak, quien mantuvo las políticas de su predecesor. Una política interior adecuada ha conseguido vencer al fundamentalismo, pese a algunos atentados contra turistas extranjeros para dañar la fuente principal de ingresos del país: el turismo.
Tras la Cumbre de Amán en 1987, Egipto inicia la recuperación de sus anteriores relaciones con los países árabes, especialmente con Arabia Saudí, lo que trae consigo la rehabilitación de Mubarak y su gobierno ante los ojos del resto de dirigentes políticos árabes. Desde entonces, Egipto aprovechó su prestigio para mediar entre Israel y Palestina, y en 1993 apoyó la firma de los acuerdos que llevaron al inicio de la autonomía palestina, defendiendo la formación de un futuro Estado Palestino.
En 2003 se lanzó el movimiento egipcio para el cambio, conocido popularmente como Kifaya, para buscar una vuelta a la democracia y a mayores libertades civiles.
Sin embargo, no fue hasta febrero de 2011 cuando se consiguió derrocar a Hosni Mubarak y su régimen mediante dos semanas de manifestaciones. El foco principal y permanente de la rebelión fue la famosa y representativa "Midan Tahrir" (Plaza de la Liberación), en el centro de El Cairo, donde se congregaban a diario varios cientos de miles de manifestantes.
Debemos recordar que todo empezó por un efecto dominó cuando Mohamed Bouazizi, vendedor ambulante de 26 años, se quemó a lo bonzo en la ciudad de Sidi Bouzid, en el centro de Túnez, el 17 de diciembre de 2010, dando lugar a una ola de revueltas que se extendió a toda la franja norte de África, al sur del Mediterráneo y también a Oriente Próximo. El fuego encendido por Bouazizi había prendido en aquella zona, reseca de despotismo, corrupción, escaso desarrollo económico y tremendas desigualdades sociales.